Nosotras
NUESTRA HISTORIA
Desde 2018
Estamos orgullosas de producir un chocolate de altísima calidad, sólo para paladares exigentes
¿Quiénes somos?
La Compañía Anónima CAKAWA, alimento de los Dioses, nace como una empresa con personalidad jurídica y patrimonio propio; especializada en el cacao venezolano y la producción de chocolate.
¿Porqué lo hacemos?
CAKAWA, alimento de los Dioses expresa sus propósitos en la investigación, producción y comercialización del cacao y del chocolate en estrecha asociación con los productores, quienes conservan una tradición productiva, patrimonio cultural de la Nación, en tanto representa los valores más sublimes de la venezolanidad.
¿Dónde estamos?
Primera transversal de Altamira con calle San Felipe. Edificio Mónaco PB local L9, Altamira. Caracas 1060
¿Cómo es nuestro producto?
CAKAWA, alimento de los Dioses despierta aromas, sabores, colores, texturas que nacen en cada fase del procesamiento del cacao venezolano, fino de aroma, el mejor del mundo, ofreciendo un gusto que se hospeda en el alma. Las bondades del cacao venezolano tienen su origen en la botánica de esta tierra agraciada.
Nuestra misión
Cakawa investiga, produce y comercializa cacao venezolano fino de aroma, además de crear las mejores recetas de chocolate para lograr la preferencia y satisfacer el paladar de nuestros clientes, además de contribuir con un producto de calidad, que ayude a los chef chocolateros a crear las delicias del chocolate.
Tecnología de punta
El chocolate CAKAWA se elabora en nuestro laboratorio con tecnología de punta, siguiendo con rigurosidad los protocolos que corresponden para el procesamiento del cacao, favoreciendo la innovación, la estabilidad del sabor y la fiabilidad de sus productos, además de la capacidad para evolucionar y generar variadas soluciones creativas para los chocolateros y la industria alimentaria.
¿Qué valoramos?
CAKAWA asume que la producción de chocolate debe sostenerse en la investigación, la inteligencia común, la disciplina y una férrea voluntad de trabajo para desarrollar, de manera creativa y dialogada con los saberes ancestrales, sabores, texturas, aromas y productos achocolatados que puedan experimentarse en el paladar como una advertencia de lo sublime.